miércoles, 1 de mayo de 2013

Miedos

Hay veces que es muy difícil de expresar con palabras lo que sentís, y al intentar hacerlo terminas hablando de cosas que nunca habías logrado decir.
¿Quién diría? Las personas llegan y se van de tu vida antes de que te des cuenta. Algunas dejando momentos hermosos y otras esos que vas a recordar siempre, pero no exactamente porque sean buenos. Pero están los que se quedan (o pareciera que van a hacerlo) y te dan una sensación de tranquilidad y esperanza. No son muchos, pero significan mucho.
Toda mi vida me pregunté qué es lo que tengo que hacer para que la gente no se aleje de mi. Siempre me pregunte qué es lo que hace que tanta gente se quede en mi vida por un momento dejándome charlas interminables, risas y anécdotas increíbles; para después irse así como llegó, sin darme elección. ¿Seré yo la que lo hace? ¿Será que la gente siente lo mismo de mi parte? Pero es que intento de conservar esas relaciones, siento que muchas veces no se me dan las oportunidades de hacerlo. Y la sensación de estar molestando vuelve una y otra vez. Quien me conoce bien sabe que odio dar los primeros pasos, siempre espero y espero y puede ser eso una razón por la cual se alejan. Me siento pesada, imbancable, que si no me hablas es porque no querés hacerlo.
Pero volvemos a lo mismo, nunca me pongo en el lugar del otro, nunca pienso que quizás otra persona este esperando señales de parte mía me quedo en un lugar cómodo, en el que digo, "si querés hablar conmigo, hablame vos".
¿Cómo hago para cambiar?
Me cuesta tomar la iniciativa, aunque sepa que tengo que hacerlo, me cuesta entrar en confianza y dejar atrás esa sensación de estar jodiendo.
Pero se que lo tengo que hacer, no quiero más personas yéndose de mi vida.

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