domingo, 16 de junio de 2013

Escribir

¿Quién no escribe cuando está triste?
No sólo garabatear palabras en un papel, o golpear teclas con fuerza.
Es pensar palabras, en un orden, contar la historia en tu cabeza.
Emocionarte haciéndolo, aunque nadie escuche, lea, sienta.
Escribir es estar en privado con uno mismo, no es ser uno sólo, sino ser TODOS LOS QUE SOMOS.
Son charlas en la mente, historias nuestras y de nadie.
Son sueños, tristezas, alegría y tristezas de nuevo.
Más que nada, eso.
Desilusiones, momentos en los que abunda la desesperanza.
Ahí escribimos, contándoles a nuestras voces en la cabeza los por qué.
Inventando escenarios y cosas que podríamos haber dicho... o hecho.
Escribir es paz y desesperación.
Vos contando una y otra vez lo mismo pero de distinta manera.
Escribir es extrañar, es recordar, con las mismas voces preguntándose ¿qué pasó?
Escribir es soñar, es dejar una parte de vos.
Es vivir lo que estás escribiendo.