Hace días que una frase me está dando vueltas en la cabeza. Y no se dónde meterla. Pero ya no quiero que esté en mi cabeza.
Quiero decirte, y creo que encontré la perfecta metáfora para contarte cómo me sentí siempre.
Sos los ravioles con tuco de tu vieja, y yo... soy la que nunca pude hacerlos.
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