martes, 30 de marzo de 2010

Error, tras error.


Hoy me puse a pensar en él. Mentiria si dijera que hace mucho que no lo hacía, siempre, aunque sea 2 minutos le dedico a su recuerdo. Pero hoy, hoy fue distinto. Hoy me dieron ganas de revivir los momentos junto a él, sin que me importe que no esté todo bien, que hace algun tiempo no sepa nada de él, y las charlas que antes ocupaban varias noches al mes hayan quedado en el pasado. ¿Qué más puedo hacer que pensar en él? Y creo que es tan ilógico que sus recuerdos sigan en mi mente... o quizás sea tan lógico que me parece irrazonable. Cuando todo empezó entre nosotros me dije a mi misma que no lo iba a olvidar nunca y que cuando lo nuestro se terminara, no iba a convertir todo lo que teníamos en un recuerdo desagradable. Y justamente hoy lo estoy recordando con una sonrisa en mi cara, no lloro si no es de felicidad (y a veces, no voy a mentir, de nostalgia) Me acordé de una tarde que compartimos, la tarde de su cumpleaños, una de las primeras juntos. Me acuerdo de muchas noches, pero hay una que me arranca siempre una sonrisa, y es la primera en que los dos nos arriesgamos (yo saliendo de mi casa sin permiso como a las tres de la mañana, y él... simplemente perdiéndose en el largo camino hasta mi casa) Tengo muchos recuerdos, risas, anecdotas, comidas, galletas lincoln o sonrisas, cereal trix, dos gatitos, muchos cielos estrellados, charlas interminables, cuatro meses én los que no me importaba nada, porque estaba con él. Nos separamos y volvimos a estar juntos muchas veces más después de esos cuatro meses. Hoy estamos lejos, un año y pico después de tantos momentos, no creo que nada vuelva a ser lo de antes, pero creo que este poco tiempo que nos queda en el mismo lugar no lo vamos a desaprovechar. Hace casi un mes que nos distanciamos, y falta menos de eso para volver a las charlas, los mensajes y las noches juntos que ambos extrañamos.

2 comentarios:

  1. Nunca hubiese querido hacerte llorar, y menos que te sientas culpable: no podés querer gustar de alguien, es algo que simplemente pasa. Acepto las cosas como son, y si hay algo que hablar prefiero mirarte a la cara y no escribir en el feisbuc para que todo el mundo se entere de mis sentimientos. Hay una realidad, y es que yo me confundí. Hubo cosas que me confundieron, o de verdad que ese "nunca te ví de otra manera" que dijiste, en algún instante por lo menos no fue tan así.
    Entiendo que no soy nada que no hayas visto antes, pero tampoco trato de serlo: estoy un poco loco y parezco un nene, pero te quiero mucho y me gustaría que eso bastase. Creo que valdría la pena si de verdad sintieses algo por mi pero sino, ¿qué sentido tiene?
    No voy a decirte cursilerías, ni boludeces como que te amo, porque no es cierto y quiero ser sincero. Me pasa algo raro, pero lindo y divertido, porque siempre fue todo muy raro. Yo no sé si no me entendías del todo, pero cuando te hablaba de medias naranjas y lo de la atracción y todas esas cosas, de verdad pensé que te quedabas pensando por tus respuestas. Y más lo pensé esa noche que de la nada, a las cinco de la mañana, me escribiste "Que tengas una linda noche. Con todo el amor del mundo, Ale".
    Creo que esas cosas uno las dice porque de verdad se quedó pensando en alguien, porque al menos un poquito se le movió el piso. O por ahí me equivocó, no sé.
    La cuestión en todo caso es que me gustas, mucho, y que gracias a vos me olvidé de todo lo mal que me sentía por la dani, y que desde el momento en que te conocí pensé que había algo que no era normal: algo que nunca me había pasado al mirar a alguien.
    No puedo cambiar lo que sentís, pero tengo la pequeñísima esperanza de que sientas distinto. Quisiera tener una historia de amor emocionante para contar, pero una feliz de una vez por todas. Y sos lo más feliz que conocí en mi vida.

    ResponderEliminar