martes, 12 de octubre de 2010

¿Que tengo?

Yo no tenia nada, absolutamente nada. Solo mis preguntas, mis eternas incognitas. No tenía ni siquiera una respuesta, no sabía que era lo que tenia que hacer, cual era mi función.

Yo vivía mi vida día a día con cada vez más preguntas y cada vez menos respuestas, claro es lógico. Cuando más te preguntas menos te respondes. Y yo cada vez quería saber más de la vida, muchas cosas me llamaban la atención millones de cosas, pero no podía aventurarme como si nada fuera a pasar. Sabía que cada cosa que hacía tenia su consecuencia, y también su causa, para que negarlo. Pero no podía, de un dia para el otro, empezar a hacer lo que se me cruzara por la cabeza, empezar a buscar respuestas. Asi que me quedaba con lo que tenia, no perdia, tampoco ganaba. El mundo seguia, y yo también, pero seguia igual.
Y un día, un día cualquiera, igual a todos, aparecio él. Él tenía todas las respuestas, el lo sabía todo, de pronto conocía a alguien que no tenía incognitas y lo que era más sorprendente, también tenía las respuestas para cada una de mis preguntas. Me asustaba, me hacia sentir una nena, y en parte lo era al lado suyo, me intimidaba, y me sentía tonta preguntando. Era raro que hasta supiera qué era lo que ibas a preguntar.

Estaba a su lado porque necesitaba respuestas, y el me las daba. A veces me daba la impresion de que me estaba pareciendo cada vez más a el, mi forma de actuar, mis gustos cambiaban, hasta cómo hablaba! Yo tenía cierta ideología, y él la estaba cambiando, mi mente empezaba a ser una caricatura de la suya, parecida pero algo deformada por el accionar de mis ideas. Era un mal clon suyo.
Y un día me di cuenta de lo que había pasado. Yo no era lo que mostraba.Me había cambiado, había sacado absolutamente todo lo que tenia mio. Lo autentico, lo que en verdad era. Con sus supuestas respuestas había metido en mi cabeza lo que se la habia dado la gana. Su plan era eso, tenía tan poca confianza en si mismo que necesitaba sentir que controlaba a alguien, era mentira eso de las respuestas,el con suerte sabía cual era su nombre, sabía menos que yo.
Me di cuenta a tiempo, justo en el momento para demostrarle de que la que tenía las respuestas justas para él era yo. Que no me podía controlar, mucho menos ahora que de alguna forma me había dado la autonomía y la capacidad de saber que era lo que me convenía.
Me di cuenta a tiempo, y en ese momento supe que era mejor no tener nada que tener un horroroso sentimiento de ser otra persona.
Desde ese día soy yo, con mis incognitas y mis respuestas, con mis cosas buenas y mis interminablesdefectos. Desde ese día no permito que nadie haga el intento de meterme más cosas en la cabeza.

Desde que no lo ví más, aunque lo extraño, me di cuenta de que siendo yo misma soy mejor que siendo lo que el quería que sea.

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